La vitamina C es un nutriente hidrosoluble que se encuentra en ciertos alimentos. En el cuerpo, actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía.
Además, el cuerpo necesita vitamina C para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas. La vitamina C también mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades.
La vitamina C es la principal vitamina antioxidante Incluso en pequeñas cantidades, la vitamina C puede proteger a las moléculas indispensables para tu cuerpo, como las proteínas, lípidos (grasas), los carbohidratos y los ácidos nucleicos (ADN y ARN), del daño causado por los radicales libres y las especies reactivas de oxígeno (ERO) . Tienen la capacidad de regenerar a la vitamina E. Cumple un papel muy importante en tu sistema inmune, ya que la vitamina C estimula la producción y función de los globulos blancos (leucocitos), a la vez que su poder antioxidante protege a tus leucocitos de un daño oxidativo auto-infligido (6) -La vitamina C es un cofactor importante en tu biosíntesis de colágeno, carnitina y neuropéptidos, y en la regulación de la expresión de genes. La Vitamina C aumenta la biodisponibilidad y absorción del hierro, por eso se recomienda tomar hierro junto con vitamina C. Te previene de las enfermedades cardiovasculares asociadas a la disfunción endotelial y aterosclerosis. Ayuda a prevenir y regular la hipertensión. Resfrío Común: Los estudios sugieren que si tu tomas suplementos de vitamina C con frecuencia tendrías resfriados de duración algo más corta o síntomas algo más leves, sin embargo, esto solo es útil si has tomado la vitamina C con regularidad antes de refriarte.
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